Mientras en California, el director de cine, James Camerón, continúa en el proceso de creación de su ‘‘paraíso vegano’’, en la Isla, nosotros, la comunidad vegana puertorriqueña, seguimos intentando descifrar por qué es tan difícil ser vegano en Puerto Rico. ¿Qué razones nos hacen enojarnos, frustrarnos, y muchas veces morirnos de hambre? A continuación las mismas:
- Es difícil ser vegano en Puerto Rico porque las picaderas de las fiestas están compuestas de croquetas de jamón, taquitos de pollo, salchichón con queso y los benditos sandwichitos de mezcla. ¡Ah, y si hay guineítos, están repletos de grasa!
¿Por qué nos hacen esto? ¿Por qué NO hay hummus o frutas?
2. Porque tu madre le pone jamón a todo, esto incluye el arroz, las habichuelas, ensaladas, sopas y hasta a los guisos
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3. La mayoría de las frutas que llegan hasta nuestra Isla provienen de otros países, por tanto los costos no son muy agradables que digamos
En Puerto Rico las fresas orgánicas son TAN caras que sería conveniente preguntarle a los empleados del supermercado, si éstas contienen pedazos de oro o qué…
4. Época navideña: En las navidades del puertorriqueño siempre tiene que haber lechón, por lo tanto al no consumirlo automáticamente te conviertes en el Grinch de tu hogar
Para algunos boricuas, el lechón y los cuajitos son sinónimos de las fiestas navideñas sin embargo para un vegano es muy diferente. ¡Qué triste toparse con esto, no solo en navidad, durante todo el año!
5. Es complicado encontrar lugares para comer, así que optas por morir de hambre
Es frustrante tener hambre y no poder encontrar sitios en dónde comer. Entre enojo, frustración y casi a punto de desmayo, optas por llorar internamente, Mientras todos comen, tú lloras internamente. »¡No, estoy bien, tranquila!»
6. Cuando visitas Piñones te topas con este escenario
7. Muy pocos entienden el »NO HUEVOS, NO QUESO» en tus ensaladas
8. Las personas no saben lo que es el veganismo
Al mencionar que eres »vegano/a», algunos creen que perteneces a una nueva religión o le vendiste tu alma al mismísimo Satanás.
9. Es difícil aguantar a la gente que te pregunta una y otra vez: »¿De dónde obtienes tu proteína?»
10. Porque desde que cambiaste tu estilo de vida -al veganismo- no tienes acompañantes en el almuerzo